La música me persigue…..estoy huyendo como loca y me lanza pedradas en forma de palabras. Corro, corro, corro ¡Por fin! ¡Encontré un refugio! Abro la puerta color marrón y de extraña textura y me zambullo dentro.
La puerta se cierra implacable dejando la música sonar afuera. Está oscuro pero he caído en algo mullido y polvoroso. De repente siento como mil insectos trepan por mis piernas, escalándome la espalda, subiendo por mis brazos. Me sacudo y grito….me responden ¡Dios! ¡Si son millones de voces! No logro entenderles, sonidos y más sonidos…. ¿Palabras?
Finalmente logran alcanzar la altura de mis oídos. ¿Poemas de Rubén Darío? Busco desesperada en mis bolsillos, alcanzo el encendedor, lo prendo…necesito ver quien habla tanto.
Y allí las veo…son todas letras…. ¡Cielos! Justo cuando decidí no escribir más, escapando de mi musa, la música….me encerré dentro de un libro de poemas.
MARCELA ISABEL CAYUELA
Enero 2016 - Argentina
(Derechos Reservados)
Ja ja ja ja ja maravilloso, mi Marce. Me encanta esa manera de plantearlo. Ja ja estas explorando muchos matices. Bravo.
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